lunes, 17 de junio de 2024

Frente al grito de Ni una menos, los medios.

Por Lourdes Galván y Rocio Teiguel

El lunes 3 de junio se realizó la novena edición de la marcha “Ni Una Menos”, surgida en 2015 y que se mantuvo durante estos años. Hoy este grito sigue compartiendo un hilo conductor: a las mujeres y disidencias nos siguen matando. No obstante, hay cosas que han cambiado, pero por desgracia ha sido para peor: un gobierno de derecha que minimiza y/o niega la causa feminista, a la vez que reproduce discursos de odio que legitiman violencias. 


Ahora bien: ¿qué sucede con los medios, con los discursos que allí circulan en este contexto? ¿Cómo leen y cómo cubren los medios de Córdoba esta movilización? En primer lugar, es preciso destacar una de las consignas de la movilización, clave y particular de este año: el triple lesbicidio en Barracas. Un violento crimen múltiple, plagado de irregularidades en lo judicial, donde el Estado niega que se trate de un crimen de odio, de un femicidio, de un lesbicidio. En el plano judicial pareciera que no importan las denuncias previas al agresor.


¿Quién y cómo se cuentan estas muertes? Medios como La Izquierda Diario y La Voz del interior mencionan este acontecimiento como consigna de la marcha, mientras que otros de gran resonancia, hegemónicos como Cadena 3, El Doce o el Diario Alfil no hacen ni una sola mención. Un hecho que en el último mes conmocionó a parte de la sociedad, y que poco se conoce del mismo.  Nos sorprende ver lo poco que se habló del tema, sobre todo en medios no hegemónicos, que son reconocidos por hacer público este tipo de hechos.


En un caso como este se limitan a la mención del lesbicidio como consigna y solo en los casos en los que se cita la palabras de referentes de organizaciones de izquierda o de directoras de MUMALÀ. Es en palabras de ellas donde se pone sobre la mesa cómo influyen los discursos de odio legitimados por el gobierno nacional. Observamos que los medios dan poca importancia a lo que fueron los conceptos de esta  convocatoria, y particularmente a la consigna que llevó a cabo la Asamblea General de Ni Una Menos, limitándose a hora y lugar. En casos como Cadena 3 además se animan a sujetar un deseo: “se espera que la situación en las calles del centro de Córdoba vuelva a la normalidad” al finalizar la movilización. 


La consigna especificaba que no solo se marchaba contra la violencia en general y los discursos violentos por parte de los actuales representantes del Estado, sino que también se hacía contra las medidas de éstos, quienes a un par de días de la movilización ejecuta el cierre definitivo del Ministerio de la Mujer y de Género provocando, nuevamente, que el colectivo transfeminista sea aún más perjudicado: se hace evidente el ocultamiento de la dura realidad que viven las mujeres y disidencias, en un contexto de ajuste que las golpea con particular rudeza.

 

A su vez, pudimos observar que los distintos medios consultados mostraron entre sí una diferencia en los datos estadísticos sobre los casos de femicidios, ocurridos tanto en los últimos años como en el último período del año 2024. Esta variación de información podría llegar a ocasionar una grave confusión al lector, diluyendo así la fuerza de las consignas exclamadas en la convocatoria. En casi todos los casos se sostienen los números obtenidos por el observatorio Nacional de Mumalà, el Alfil además toma los datos de la Corte Nacional en 2023 pero solo en casos como en La Tinta o en La Voz del interior se pone contexto, nombre y apellido no solo a las víctimas si no también a los asesinos que han habido este año en la provincia de Córdoba.


¿Por qué existe esa diferencia en datos estadísticos? ¿En qué criterios pueden basarse lxs lectores para decir que cierta información es verídica y otra no? ¿Cómo lxs lectores y/o consumidores de estos medios podemos asegurarnos que esos datos son correctos? E insistimos, ¿Quiénes son las personas detrás de estos números?

 

Por otro lado, es notable observar que, a  pesar de los años y las críticas, se sigan manteniendo y reproduciendo discursos revictimizantes. Es de público conocimiento que esta convocatoria comenzó por la necesidad de parar con la violencia (tanto física como psicológica) que sufren las mujeres de parte de un hombre (ex parejas, maridos, familiares, parejas actuales, etc). También, que el punto de partida de la convocatoria fue el femicidio de la adolescente Chiara Páez, historia que hasta el día de hoy se repite en cada medio de comunicación (hegemónico o no hegemónico), pero ¿qué otro dato se conoce del caso? Nada, solo la vida de la víctima, su nombre, su apellido, la forma en que la mataron. No se hace mención al nombre del asesino o la condena de vida que recibió al finalizar el juicio, siendo considerado él como el principal culpable del violento crimen. 


Lo mismo sucede con otros casos similares donde mujeres murieron en manos de un hombre. Nos parece importante reconocer la importancia del rol de los medios de comunicación como una voz de las minorías frente a la sociedad y el Estado. Es por eso que demostrar una parte de la realidad, o tratar de distorsionar el mensaje que este tipo de convocatorias quiere transmitir, nos parece una acción aberrante. También calificamos de ese modo la postura que tomaron algunos medios hegemónicos al dar a entender en sus noticias que esta convocatoria fue una marcha organizada por agrupaciones de izquierda, cuando es de público conocimiento que la Asamblea General de Ni Una Menos está conformada por instituciones de variadas ideologías y agrupaciones que buscan representar y ayudar a las minorías.

 

En base a lo anterior destacamos que, así como se hace mención a la participación de las agrupaciones de izquierda, también se comenta pero sin ahondar en el hecho la presencia de familiares víctimas, quienes batallan día a día contra la violencia de género y marcharon pidiendo justicia por sus familiares víctimas de femicidios. Nos sorprendió ver que se hacía mención de ellos pero sin expresar testimonios de los mismos, como sí lo es en el caso de los dirigentes de las izquierdas. Esto nos demuestra la preferencia y prioridad de algunos medios de lo que transmitir, tratando de ‘partidizar’ un debate que necesariamente atraviesa a la sociedad en su conjunto, y no sólo a los partidos políticos.


A modo de cierre, destacamos que en la mayoría de los medios no hegemónicos, que no se expresan como una comunidad a la hora de hacer una redacción (como lo son La Nueva Mañana o el Hoy Dia Córdoba), sus noticias fueron escritas por mujeres. Mientras que, en los medios hegemónicos, solo en La Voz la nota alusiva fue redactada por una mujer. Esto es destacable porque ciertos medios, que dicen tener una agenda de género, priorizan brindarle más notas de redacción a los hombres, dejando de lado a las mujeres, hecho que debe ser reconocido como una forma más de discriminación, de exclusión en el cupo laboral.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Visita al CISPREN, Fotoreportaje

Más Allá de la Noticia: La Lucha de los Trabajadores de los Medios Por Rocío Heredia, Paula Terán, Melisa Barrionuevo, Victoria Fraga y Thia...