Fernanda Bratti, coordinadora a cargo del Programa de Géneros y Diversidades de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, responde sobre la aplicación del mismo en la licenciatura en Comunicación Social y el ámbito institucional de la facultad.
La Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC), de la Universidad de Nacional de
Córdoba (UNC) tiene activo desde el 2019 el programa de Género y Diversidad: “GeyD”,
que según expone en el portal web de la facultad tiene tres objetivos específicos, en primer
lugar se piensa como un área de formación, promoviendo y capacitando
transversalmente con perspectiva de género la comunidad de la institución y los planes de
estudios que la carrera ofrece. También como un espacio de consulta, asesoramiento y
acompañamiento a la comunidad del establecimiento educativo, ante situaciones de
violencia de género dentro del ámbito de la UNC. Y finalmente, como consejo asesor
interclaustro, definiendo los temas y líneas de acción prioritarias a fin de incorporar una
perspectiva de igualdad de género en todas las actividades generadas desde el Programa
de Género y Diversidad de la facultad.
El programa es una gran herramienta pero, ¿Los estudiantes se acercan realmente al
GeyD? ¿Cuáles son sus principales consultas?, estas fueron las primeras preguntas a
Fernanda Bratti, coordinadora del GeyD, quién señala que en realidad el estudiantado se
acerca al programa por situaciones de violencia o discriminación que se presentan de la
convivencia, “en el día a día de la cursada” y que, en realidad, la convocatoria que suelen
tener en sus diversas actividades es poca en comparación a la del claustro docente y no
docente.
Ante la pregunta sobre ¿qué herramientas utilizan para la difusión del programa?, Bratti
afirmó que “permanentemente estamos difundiendo (...) estamos haciendo distintos posteos
y participando en las redes con la comunicación institucional.” y señala que han realizado
convocatorias, espacios de formación, además de abrir este año un canal de WhatsApp
para que la comunicación al programa sea más sencilla y que en los ingresos se presentan
a lxs estudiantes. Sin embargo, relega esta falta de difusión para con el alumnado a una
cuestión de presupuesto para cartelería. “Entonces únicamente lo dejamos en redes y en la
página de la facultad. Pero parece no ser suficiente. Así que queda esa deuda quizás
pendiente”, asegura la coordinadora.
Frente al interrogante por la falta de propuestas al consejo de parte del claustro estudiantil
para trabajar en el área de capacitación o formación, Fernanda Bratti asegura que han
venido “trabajando fuertemente en la transversalización de los contenidos” en el nuevo plan
de estudios de la licenciatura, y en cambio lo ve como algo positivo “porque si no se han
presentado propuestas o algunos inconvenientes muy puntuales, quiere decir que, no te
puedo asegurar que en un 100%, pero de que las cátedras están contemplando la
deficiencia. Me paro de ese lugar, me parece que si no se han presentado ni reclamos, ni
dudas, ni propuestas, es porque en cierta forma no se están sufriendo.” afirma la
coordinadora.
Frente al interrogante por la falta de propuestas al consejo de parte del claustro estudiantil
para trabajar en el área de capacitación o formación, Fernanda Bratti asegura que han
venido “trabajando fuertemente en la transversalización de los contenidos” en el nuevo plan
de estudios de la licenciatura, y en cambio lo ve como algo positivo “porque si no se han
presentado propuestas o algunos inconvenientes muy puntuales, quiere decir que, no te
puedo asegurar que en un 100%, pero de que las cátedras están contemplando la
deficiencia. Me paro de ese lugar, me parece que si no se han presentado ni reclamos, ni
dudas, ni propuestas, es porque en cierta forma no se están sufriendo.” afirma la
coordinadora.
Bratti señala que desde el programa
apuntan a una perspectiva de género
transversal, y no solo desde una
cátedra específica. Propone entonces
que en “En vez de buscar el espacio
de una cátedra de género sí me
parece que, y es lo que se está
haciendo y se está profundizando, es
formar de manera permanente a todos
los claustros mediante distintas
propuestas (…) No perder eso, no
perder la dinámica de la información Y
la capacitación en género a todos en
general”.
Y en cambio alerta sobre el riesgo de que se descanse quizás en un solo espacio esos
temas. “‘La cuestión de género la veo en la cátedra tanto, yo hago la mía con esto’. Y no es
la intención. La idea es que, es más, que el programa de género desaparezca.” y sobre
esto último retoma que “Hay un punto en que nosotros no deberíamos estar así, tampoco el
plan de acciones de la UNC. Debería ser algo que ya está naturalizado, incorporado en
cada uno de los que habitamos la UNC. Así que seguimos pensando, quizás sea una
utopía, pero si no tuviéramos utopía no seríamos feministas, en que la perspectiva de
género esté absolutamente incorporada en cada una de las acciones que hacen.”, afirma
con seguridad Bratti.
Algunas leves opiniones.
Al finalizar la entrevista me vi envuelta en un sentimiento de impotencia y decepción por las
respuestas obtenidas, de las cuales me esperaba algunas y de otras que simplemente me
sorprendieron.
La realidad que se vive dentro de la facultad para quienes transitan sus aulas como
estudiantes, dista de lo que se puede leer en el portal web de la FCC. Algunxs compañerxs
de la carrera, unxs en años más avanzados y otrxs recién egresadxs, han afirmado no
tener conocimiento sobre el programa, confundiéndolo con un programa radiofónico de
radio Revés o teniendo una leve información sobre el mismo, situación que incluso
Fernanda Bratti ha confirmado.
Relegar la falta de comunicación a una falta de presupuesto es reducir las posibilidades de
acción, acercarse en el ingreso para presentarse no es suficiente, se necesita más
compromiso para difundir. Hablar con organizaciones estudiantiles y estar presente
físicamente en la facultad me parecen dos opciones que no llevan tanto presupuesto como
puede llegar a valer la nueva cartelería.
El único banner en la planta baja de la facultad se encuentra en un rincón de la biblioteca,
hay que pensar en lugares estratégicos y cambiar de espacios cada cierto tiempo para
atraer nueva convocatoria.
La hermosa utopía en la que no exista la necesidad de un programa de género y
diversidades porque sea natural tratar con respeto al resto de seres humanos, libre de
violencias machistas y homofóbicas, está muy lejos de la realidad y de una posible
existencia, más en el contexto actual en el que hace unas semanas el gobierno ha disuelto
la subsecretaría contra la violencia de género.
Negando la posibilidad de que en el nuevo plan de licenciatura exista, además de la
perspectiva de género transversal en las materias, como se viene dando, la oportunidad de
cursar una materia que nos forme específicamente en perspectiva de género para las
orientaciones elegidas, desde los medios de comunicación o la investigación hasta la
orientación en comunicación institucional, seguiremos repitiendo un ciclo sin fin de
deficiencias formativas.
Si bien el GeyD tiene un apartado con algunas herramientas para comunicadorxs, como una
guía en PDF, ello no sustituye la necesidad de una seria formación en la perspectiva de
género.
La falta de la difusión y convocatoria, y por lo tanto la falta de consultas sobre la
comunicación desde y con perspectiva de género manifiestan una clara falla en las maneras
en las que se comunican las acciones del programa y la falta de entendimiento de la
realidad del estudiantado en la facultad.
Las autoras de textos que abordamos en la carrera, en comparación a la de autores,
presentan una gran diferencia. La perspectiva de género tal y como está dada en la
actualidad es necesaria pero también han de haber un cambio para formar a futurxs
comunicadoxs desde la perspectiva de género pero no solo en lo académico, sino en la
práctica para que, en un futuro, esperemos no muy lejano, dejemos de leer titulares como
“Autopercepción a conveniencia” (La Nación, 23 de Julio 2023, Género)
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